Cuando algo es inclasificable.

Pronto o tarde tenía que poner algo sobre una de mis clientas que mas me da de trabajar. Pero es un trabajo bastante curioso y particular sin duda alguna. Es de esos casos en los que criticar es lo peor que puedes hacer, sospecho eternamente que se me presente otra no ocasión sino mejor dicho oportunidad similar y mejor.

Considerar a una empresa en donde todas son empleadas, en donde todas las encargas son damas, y dueña es también otra experimentada dama de honor, no es fácil ni factible para todos los días.

Pero a lo que voy a intentar tratar realmente aquí ahora en un breve texto es esos detalles que creo puedo comenzar a mencionar, obviamente con mucha delicadeza y tacto, si es que lo tengo, para mencionar que datos, que detalles o mejor dicho que punto es el que ellas mas cuidan siempre.

Y la verdad es que no tiene mucha lógica, cuando el trabajo bien mirado es simple, disciplinario, breve, conciso y claro, lo que acabamos haciendo siempre es precisamente lo de siempre : complicar, romper, interrumpir, desclasificar, dudar, sospechar y claro sobre todo al final no terminar bien como debería ser.

Hemos pasado ya por varias encargadas, por varias cajeras y por varios conceptos de proceso venta, atención al cliente, datos o requisitos necesarios y proceso satisfacción al cliente que al final definitivamente lo que mas cuenta no es para nada ni las herramientas, ni el proceso, ni el detalle ni nada; sino la confianza, la sonrisa, la tranquilidad y sobre todo la empatía de cliente o clienta bien agradecidos. Pues saben muy bien que esos minutos que han estado “bajo nuestras manos” lo han percibido de una manera muy intima, personal, casi pasional, humana y muy muy relajante. Lo cual deja sin palabras.