De vegades tinc secrets inconfesables, de vegades vull cridar i explicar coses que mai s'hauria de dir. De vegades no se com puc viure aixís, de vegades sento la vida és massa gran per mi mateix.

No quiero perder más tiempo sin sufrir más aventuras personales. He visto, veo y descubro constantemente que detrás de cada individuo hay un reto personal intransferible como inconfesable. Me llama mucho la atención que esos rasgos a veces sean tan difíciles de descubrir cuando precisamente es el mejor punto podemos tener, y sin querer presuntamente lo vamos presumiendo como falda roja de seda pero con una raya bien abierta.

No se que buscarán todos, o mejor dicho no se que meta máxima pretenden alcanzar a corto plazo. Pero me queda claro que cada uno de ellos tiene un puto sueño que no se les quita de la cabeza ni disimuladamente ni a largo plazo. La inconsciencia es servilmente traidora a niveles insospechados, ya sea para decir buen día como para terminar cualquier conversación cruda y dura, por que olvidamos que los ojos siempre nos traiciona.

¿Que puta mierda es la vida pues? Sospecho que todo y nada, luego nada y todo de nuevo. De lo que dicen nacimos en un sentido sin vida, nos vamos y nos regresamos nuevamente al entorno del otra puta vez sin vida. Pero esta etapa en que vivimos las pasamos bien cabrona sin saber sin ni orientarnos bien donde está ni como es “la vida” de verdad. Todavía ando esperando mi manual de instrucciones, cabrones.

Sospecho entonces que tenemos muy poco tiempo, “y todavía te la pasas durmiendo” todas las noches como si nos sobrara mucha gasolina en esta única e innegociable oportunidad de vivir, no digo ya de convivir. Que es otro reto más que lo dejamos para otro rato mas, jueputas.