El año 1952 de nuestra era fue bisiesto. En todos y cada uno de los 366 días de ese año, el podólogo argentino y campeón americano de canto en ducha, Sigifredo Sternstaub, vistió como único calzado un par de ojotas en razón de protesta contra los fabricantes de cordones que “atan a los fabricantes de zapatillas sumiéndolos en la esclavitud de la dependencia”.

En todos y cada uno de los 366 días de ese año, se registraron fuertes nevadas en la localidad patagonica de Bolsaeué, hogar del premiado cantor.

Sigifredo estaba en Miami.